Somos una comunidad de quintanarroenses que buscan proteger el gran acuífero/la cuenca maya, la selva, flora, fauna y el patrimonio cultural y arqueológico amenazado por el Tren Maya, en especial por las obras del Tramo 5.
Somos estudiantes, madres, padres, buzos y buzas, apneistas, fotógraf@s, abogad@s, artistas, ingenier@s, biólog@s, expert@s e inexpert@s, hombres, mujeres, niñas y niños a favor de la conservación y protección de la selva, el gran manto acuífero, las especies que en ellos habitan y las comunidades que se benefician de los mismos.
Tampoco tenemos intereses políticos ni partidistas.
Somos ciudadanía preocupada por las destructivas
e irreversibles consecuencias ambientales y culturales
que el TRAMO 5 del Tren Maya supone.
- Primero; para el gran manto acuífero, las cavernas
y los cenotes de Quintana Roo y la península.
- Segundo; para la selva, la conservación de flora y
fauna silvestre endémica y en peligro de extinción.
- Tercero; para el patrimonio cultural de la zona.
Cuarto; para la población de Quintana Roo y sus
comunidades indígenas.
Más información
EXIGIMOS QUE SE DETENGA INMEDIATAMENTE LA CONSTRUCCIÓN Y CUALQUIER AVANCE DE LA OBRA HASTA NO CUMPLIR CON LAS DEMANDAS CIUDADANAS CONTENIDAS EN ESTE PRONUNCIAMIENTO.
Al acuífero, cavernas y cenotes. El suelo de toda esta zona es poroso. La roca calcárea que lo constituye se disuelve y rompe muy fácilmente. Esto ha dado lugar a innumerables cavernas de gran importancia con capas de suelo delgadas, como la Avispa Enojada y Garra de Jaguar. También a nuestro gran manto acuífero, el complejo de ríos subterráneos y cavernas MÁS GRANDE DEL MUNDO.
Que sea necesario rellenar o instalar “pilotes” dentro de los Cenotes o Cavernas, para que soporten el peso del Tren, tendrá un impacto irreversible.
Al ser un sistema interconectado, la afectación y contaminación de un cenote o caverna, representa un alto riesgo para todo el sistema, incluidas las playas y el arrecife.
Que sea altamente posible, que se abran socavones o que colapsen cavernas no descubiertas.
A la selva. El nuevo trazo del tramo 5 implica la deforestación de más de 6.5 millones de m2 de selva; impactando así el hábitat de fauna silvestre en peligro de extinción como el jaguar, el grisón (mamífero similar al hurón) y una gran cantidad de especies protegidas (flora y fauna).
A la población local y extranjera. Esos ríos subterráneos y cenotes son la fuente principal de toda el agua potable que consumimos tanto quienes habitamos esta zona como las personas que nos visitan. Además, generan una gran derrama económica por la cantidad de buzos y apneístas que viajan de todo el mundo para explorarlos.
A nuestro patrimonio cultural. Tanto para la comunidad Maya como para la humanidad, el acuífero, las cavernas y los cenotes tienen gran valor. Recordemos que en los sistemas de cavernas se han realizado descubrimientos arqueológicos de gran importancia, como Naia, el esqueleto humano más antiguo, completo y genéticamente intacto encontrado en América.
A nuestra democracia y estado de derecho. Hasta la fecha, el TRAMO 5, no ha presentado públicamente ninguno de los requisitos legales que un proyecto así requiere. No hay un proyecto ejecutivo que plantee la justificación del proyecto y su viabilidad, que contraste sus beneficios versus su impacto. No hay una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) ni estrategias de amortiguamiento.
Detener las obras del Tren para evitar daños irreversibles. Analizar nuevamente el proyecto partiendo desde una visión sistémica: la cuenca está interconectada entre sí y con el mar, los arrecifes, con la selva, el acuífero y los cenotes, el agua que bebemos, y la diversidad de flora y fauna endémica y en peligro de extinción, así como sus dinámicas.
Que se actúe con legalidad. Pedimos que el proyecto cumpla con todos los estudios, análisis y requerimientos ambientales que plantean las Leyes tanto municipales como estatales y Federales: Manifestación de Impacto Ambiental, cambios de uso de suelo, consulta ciudadana, etc. El tratarse de un proyecto gubernamental no lo exenta de cumplir con la ley, por el contrario.
Exigimos transparencia. Es un proyecto público, que nos atañe a todas las personas, por lo que exigimos se publique y transparente toda la información en torno al proyecto.
Abrir el diálogo a la co-creación. En donde el gobierno, academia, representantes de comunidades indígenas, científicos, expertos y ciudadanía organizada podamos analizar y rediseñar no sólo la mejor ruta del Tramo 5 del Tren, si no un plan estratégico sostenible, con líneas de acción específicas para cada uno de los puntos mencionados en este pronunciamiento.